Sí, jugar es también una actividad necesaria para ti.
Para ser más productiva: juega. Ya sé que el juego está asociado con una necesidad de exploración inherente a los niños y que entendemos que va más ligado a la inmadurez y a la fantasía. Por eso nos resultan tan ajenas las actividades lúdicas.
Solo en algunas oportunidades nos atrevemos a jugar, casi siempre por complacer a nuestros hijos a los niños de la familia, es decir; es más una tarea que nos atrevemos a hacer en función de acompañar a otra persona.
Pero, y qué pasa si te digo que nada que puedas hacer enciende tanto tu mente como el juego. Tal como lo lees.
Jugar incrementa tu capacidad de adaptabilidad, mejora y desbloquea tu creatividad y aumenta tu plasticidad, que no es más que la acción de tu cerebro al formar nuevas redes neuronales.
Cuando juegas aprendes mucho más rápido.
Investigaciones mostradas en el libro Esencialismo de Greg Mckeown, explican cómo el juego hace que germinen en nosotros nuevas ideas o ver con nuevos ojos ideas anteriores.
Pero, ¿Cómo puede jugar?
Jugar, es un verbo muy amplio que puedes llevar a cabo haciendo distintas actividades que asumas como un juego para ti, te doy algunos ejemplos:
- Los juegos de mesa, de dos o más participantes, te desconectan de los aparatos electrónicos y de la misma manera te invitan a hacerte preguntas, evaluar distintas opciones para avanzar o ganar, olvidarte de lo que tienes que hacer en tu trabajo y darle un descanso activo a tu mente.
- Adivinanzas, adivinar es darle libertad a los pensamientos para conseguir la respuesta. De esta manera te paseas por posibles escenarios distintos con mucha velocidad. Eso te despierta la creatividad.
- Rompecabezas, es una revisión de formas físicas que te hacen relajarte y buscar la manera correcta de ir construyendo imágenes. Esta actividad es de las más interesantes que puedes elegir a la hora de jugar.
- Bailar, bailar es liberador, si lo haces de manera espontánea solo déjate llevar por lo que sientas y si lo haces con guía, en equipo y aprendiendo coreografías es más poderoso aún. Porque ejercitas la memoria rápida, liberas tensiones físicas y mentales, te mantienes en el momento presente y pasas un rato divertido.
- Cantar, es otra manera de jugar, puede ser con una pista de fondo y siguiendo la letra sin imputar cuán desafinada seas. Lo importante es tomarlo como un juego.
- Jugar nos sintoniza con la novedad, nos da mayor claridad y también más compromiso con lo que hacemos.
- Algún juego deportivo, voleibol, básquet, carrera de sacos, fútbol. Lo que sea que hagas te ayudará en tu productividad.
¿Por qué es tan bueno jugar?
Aquí te cuento 3 maneras en las que jugar te hace mejor y más productiva:
- Te ayuda a ver posibilidades que de otro modo no habrías visto.
- Desafías viejas suposiciones y te vuelve más receptiva a ideas que no has probado.
- El juego es una “vacuna” contra el estrés y al ser el estrés un enemigo de la productividad, jugar te vuelve más productiva.
Podríamos escribir muchas páginas hablando de las bondades de atrevernos a jugar con más frecuencia. Pero lo más importante es que lo incorpores a tu día a día.
Puede ser desde un juego con tus amistades o familiares en casa, hasta una actividad divertida que para ti sea un momento de escape como bailar, cantar, hacer algún juego deportivo, etc.
Para ayudarte a decidir qué hacer responde:
1. ¿Qué hacías en tu infancia o adolescencia que te emocionaba?
2. ¿Cómo podrías rescatarlo de nuevo?
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